Atar(de)Sol
(Para
Belle Charlotte, también)
A
Daniel Olivares Viniegra lo conocí hace mucho tiempo. Lo conocí por dos
razones: la primera razón fue porque yo era un estudiante de bachillerato; la
segunda, porque él tenía un taller literario. Era estar en el lugar correcto y
en el momento correcto. Yo era un militante izquierdista atrapado entre las
lecturas escolares, el Manifiesto de
partido comunista y la novela de Ernesto Sábato, Sobre Héroes y Tumbas. Ya había escrito algunos textos, pero el
encontrar a un poeta real ayudó mucho en mi formación literaria. Hay que decir
que Daniel Olivares era nuestro “alter ego”: Escribía, tenía libros impresos y
además impartía un taller literario, el cual lo impartía desinteresadamente,
cómo ahora lo hago yo.
Escribir
poemas no es fácil, menos aún leerlos y entenderlos. Esto lo comento porque los
poemas de Olivares Viniegra no son fáciles. No son fáciles ni de escribir ni de
hacer; tanto, tanto, que solo él los hace al menos de esa particular manera actualmente
(no olvido, por cierto,que entre otros hallazgos nos acercó a los caligramas
como los que él ya había intentado (perpetrado) en su primera obra publicada: Poeta en flor.
En
este su actual Atar(de)sol, el poeta
transita en una barca muy estrecha que por supuesto navega igualmente así entre
el significado y el significante. El mismo título del libro tiene esa magia
(recuerdo que alguna vez escribí algo que no tenía mucho sentido al decirlo,
pero que captaba el instante del atardecer: “Sí, como a esta hora, las cinco de
la tarde, este rayo, esta línea de sol cayendo”. Disculpen mi torpeza de
citarme a mí mismo). Regresando a la presente lectura, si atendemos al título y
nos preguntáramos, simulando hacer una encuesta, si atar(de)sol es metáfora o
imagen poética o un verso o un sustantivo o meramente un signo resquebrajado,
seguramente entraríamos en una discusión con tintes renacentistas. Como aquella
de buscar ángeles en la cabeza de un alfiler: que sí es metáfora o que no es metáfora: Atar(de)SOL/Atardesol/
Atar de Sol/ Atardecer…Este tipo de dubitaciones son las que después nos
permiten quedarnos con el poema que queramos. Esa polisemia nos permite
enriquecer nuestra lectura, si bien el contexto ayuda mucho. Yo, personalmente,
digo que Daniel desde siempre se apoya en algo más que en figuras retóricas, y
así por ejemplo nos lleva por un redondeo en la yuxtaposición:
“DIVISA”
Poema
(mujer)
Palabra (sueño)
*voz metálica de trueno * Hierro
arrullado al cristal
*se desgaja tu tonada en espinas
amorosas * Que trasciende dolor de
(angustia
*En quien te escucha
.. rumor, cosquilla orgánica / que
aqueja amorosa /a /tu//garganta//Pero vas y dices presurosa/ lo que la impronta
irrealidad/ en tu ser florece // Y te agencias rosas y hieles/ candorosas/para edificar/
discípula del futuro: /tu propio Mausoleo/ Y suntuoso funeral:/Sobre el
desierto i n f i n i t o… /de//las//hojas//en//BLANCO/ (p.11)
Retomando
lo anteriormente dicho, la diferencia entre atardecer y atar(de)sol, desde el
punto de vista de los sonidos no sólo radica en que su progresión sea que la “c”
de atardecer se suavice a “s” y que en la “e” y la “r”subsiguientes, la vocal
se cierre y la “r” vibrante se vuelva “l” lateral (las dos consonantes “r y l”
son dentoalveolares)… es decir que propicien el paso natural de una “letra” a
otra… Esto es muy importante para mí de observarse porque si no le damos
atención tampoco quizá se perciba otra transfiguración del significado en nuestra
primera impresión. Pero el atardecer, sigue siendo el atardecer, cuando uno
comienza a pensarlo, a analizarlo, pero es cuando le surgen las dudas… ¿Por qué
el poeta lo escribió así; qué nos quiere decir? Etcétera.
Por
otro lado, desde el punto de vista cotidiano, los atardeceres son amplios;ocurren
al aire libre; son de plenitud de vida, aunque algunos lo relacionen con el
otoño de la vida. No es el caso de este Atardesol, éste es una línea como la de mis cinco de la tarde, pero no está en las
profundidades de los valles, de los mares, de las arenas, de los edificios de nuestra
ciudad, es un atardecer diminuto, que tal vez está ocurriendo en nuestra
habitación, en la habitación de
Olivares, quizá de nuevo sumido en su “ Arte Poética”: Domo ocular del universo
desdoblante/Posibilidad ardiente de la arena/Mirada y Luz del hondo anhelo se
dispara/Aún después de que incineral la fiel ofrenda/ya de por sobre sí se nos
mantuvo gravitante (p. 55)
Desde
donde nos sugiere: un ojo, un universo, un grano de arena; ustedes elijan,
ustedes disparen.
Yo
opto por un atardecer diminuto, el atardecer que cada uno quiere tener, ese Atar(de)sol
que ocurre en la composición de nuestra imaginación o ala manera de los cuadros
del pintor norteamericano Edward Hopper… que sería un lugar dónde uno quiere
vivir y quedarse para siempre;o el rincón de la poesía de Daniel Olivares. Lleve
usted su Atar(de)sol, es un atardesol portátil, útil para
todos. Ese que nos cubre y nos cubrirá por siempre.
***
Daniel
Olivares Viniegra, Atar(de)Sol,
México, Cisnegro, 2016 (Cuántica, 4).
1 comentario:
Siga trabajando señor Daniel Olivares, me parecen muy interesantes sus palaras.
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