El deseo olvidado de una momia de Guanajuato

Este tema que voy a tratar aquí es un poco delicado porque se corre el riesgo de tocar el tema de la sexualidad de una manera banal. Si consultamos el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (DRAE) la definición de “deseo” encontraremos estas sugerencia que tienes en tus manos, estimado lector: "el deseo, palabra, que proviene del latìn: desidĭum) es 1. m. Movimiento afectivo hacia algo que se apetece. 2. m. Acción y efecto de desear. 3. m. Objeto de deseo. 4. m. Impulso, excitación venérea".

   Por otra parte un verbo es todo aquello que produce una acción. Los verbos son “acciones” pero la acción de “desear” es una palabra que está más allá de la definición, es decir que si deseo una mujer tengo un movimiento afectivo, si deseo un coche último modelo, tengo una acción o efecto de un coche, si deseo una buena idea tengo un objeto de deseo, si deseo ser millonario tengo un impulso o excitación venérea. Aunque hay que recordar que también el deseo ha sido muy estudiado desde los términos de la psicología. Sigmund Freud decía que: “el deseo es la energía libidinal”. Entonces podemos decir que también es una energía (catexias).

   Tal vez todo esto que estoy tratando de exponer ya no impresione a nadie. Nosotros mismos hemos dejados de lado nuestros más ambiciosos deseos. También el estado nos ha ayudado a corromper esa semilla, gracias a la crisis económica que sexenio tras sexenio nos recuerda que somos unos simples mortales porque necesitamos alimentarnos y consumir cultura. Pero podemos recapitular en algunos sucesos que son importantes para algunos de nosotros:

   La imprenta llegó a México en el año de 1536, en la calle de Primo de Verdad, frente al Palacio Nacional, la primera impresión fue La Escala Espiritual para llegar al cielo, de San Juan Clímaco, obra de la que no se conoce ningún ejemplar hasta ahora. Tiene 500 años que se producen libros en América aunque ahora con la computación se esté trasformando en otro medio totalmente ajeno a ella. No me imagino lo que sería el mundo sin libros todavía pero hasta antes de la computadora era la forma más económica que había encontrado el hombre para la preservación del conocimiento. Si no hubiera sido de esa manera ahora estaríamos repletos de gente con penachos cantando corridos científicos y zarzuelas darwinianas. Por aquello de la involución. Recuerdo una fotografía de un desfile del 15 de septiembre de la época porfirista donde hasta el final de la calle polvorienta viene una comitiva de indios mexicas desfilando. Creo que después del descubrimiento de escupir por el colmillo, de la domesticación de los perros, del abrigo de pieles, del fuego y la rueda, el libro es un gran descubrimiento que nos sirve para todo. Actualmente para los solteros mayores de 30 años utilizan los libros de cocina para aprender a hacerlo y ya no depender de una esposa. Hay teorías sociológicas eurocentristas que han categorizado a las sociedades como: antes de Gutember y después de Gutember, imaginémonos la importancia del libro cómo objeto.

   En todas las sociedades el deseo se considera como algo peligroso. Es peligroso porque va en contra de lo establecido, rompe leyes y normas y busca sus propios designios. Sin el deseo no seriamos una posibilidad. Estoy convencido de que la ciencia y la civilización humana está montada en una gran red de pasiones y deseos. Es que el deseo también nos puede llevar a realizar las cosas más terribles y prodigiosas que ha hecho la humanidad: el viaje a la Luna, la invención de la licuadora, el disco de acetato, la goma de mascar, etcétera. Para qué incluir el deseo por una mujer casada, se pone en riesgo la acumulación de la riqueza al repartir la herencia entre los hijos legítimos y los bastardos. Nezahualcóyotl traicionó a uno de sus mejores amigos, gobernador de Tepechpan. cerca de Texcoco, al enviarlo a una muerte segura al ordenarle que se pusiera al frente en una sangrienta batalla con rumbo a Tlaxcala para combatir a dos capitanes para quedarse con su prometida Azcalxochitzin. Posteriormente su hijo llevaría a cabo la defensa de la ciudad de México. La guerra de Troya fue por una mujer. La ciudad de Roma fue colonizada con el robo de las mujeres del pueblo de los sabinos todo por ofrecerles una tacita de azúcar.

   Siempre me ha pasado lo mismo que a ustedes cuando se habla de las momias de Guanajuato: he pensado que son tan auténticas como las de Egipto. En el río Nilo se fabricaron un sin fin de herramientas para hacer cirugías para lograrlo, entre las condiciones médicas se incluye el embalsamiento, pero no es así. Más allá de las películas del Santo en realidad se trata de una exhumación de cadáveres en Guanajuato. No existe ningún proceso de embalsamiento como en las de Egipto, el proceso es natural, se debe al contenido mineral de la tierra y al depósito de los cadáveres. Realmente son espantosas estas momias, parecen mongoloides achicharrados, aunque los pongan muy juguetonamente en un dulce horrible hecho en un jubón y batido con las manos, llamado charamusca, con las que hacen esqueletos borrachitos y sapos tocando música que se regalan el día del compadre los burócratas. Estas momias no pueden tener excitaciones venéreas porque ya murieron y porque el estado de Guanajuato, Puebla, y Jalisco que son estados con tradición ultra derechista no permiten más excitaciones a sus ciudadanos por eso prohíben preservativo y la píldora del día siguiente.
* Nacería Netzahualpilli, uno de los hijos más famosos de Netzahualcoyotl. Cacamatzin sería el nieto.

   
Foto: Yuri Valecillo (septiembre 2015).

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