En el trabajo de Marizela Ríos Toledo resulta
destacable un afán de virtuosismo que recupera y ejecuta con acierto modelos de
la poesía hispánica tradicional, en su vertiente más culta, remontándonos –y sin
ir más lejos– hasta Sor Juana Inés de la Cruz, pero sin dejar de abrevar con
denuedo en la lírica popular y sin desdeñar tampoco importantes aportes de las
vanguardias. En ese amplio espectro destaca y luce sus raíces ancestrales, su herencia
mixteco–zapoteca y su consecuente musicalidad, en conjunción con los aportes
ideológicos o líricos principalmente de los grandes gigantes de nuestra
América: Pablo Neruda, Carlos Pellicer, César Vallejo, Nicolás Guillen, Mario
Benedetti, los poetas estridentistas, y muchísimos más a quienes se pretende
encasillar como hacedores de poesía social. De ese tipo (poesía social) por lo demás es la poesía de
Marizela, o al menos a ello pundonorosamente aspira (de manera amorosa y sin
pena alguna ¿o por qué habría de tenerla?), si bien, por supuesto, sólo en
alguna vertiente de su obra.
Las influencias complementarias
siempre visibles (y nada ocultables tampoco) le vienen de su asimilación para
con los planteos y ejercicios de la nueva y la vieja canción latinoamericana y
asimismo su vertiente folclórica remota. Por ello no es extraño que sus poemas
sean musicalizables es decir que
hayan nacido como canciones o para convertirse en ellas.
Pero más allá de lo hasta aquí
anotado, la pureza y la fuerza y el sustento de su poesía se demuestra y se
devela desde una primera mirada atenta o quizá una vez que uno la decanta
también de la teatralidad con que gusta de revestirla mediante sus ejecuciones;
si bien éstas para nada estorban o son el vehículo que ha seleccionado para junto
con el excelente guitarrista Humberto Adam y en ocasiones acompañada por la
excepcional cantante Martha Isabel, prodigar también el gusto por la literatura
y el arte por los más disímbolos escenarios de México y el mundo, actividad que
por otra parte siempre seguirá haciendo siempre mucha falta… Digo todo esto
luego de aplaudir algunas de sus últimas puestas en escena, pero además porque estoy convencido de que en
la lectura atenta y silenciosa la voz poética de Marizela (como la que se
incluye en el número 11 de la publicación Humo Sólido), su poesía natural y
desnuda adquiere por sí misma y de manera categórica, la cualidad íntima de lo
perdurable.
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Humo Sólido es un singular proyecto
encabezado por los poetas Mario Guzmán Pérez y Daniel Olivares Viniegra y un
creciente grupo de colaboradores (Cristian Galicia, Jesús Garrido Gatica,
Roberto López Moreno, David H. Rambo, Ulises Zamora, Uriel Reyes, Carlos Yusti,
Mónica Martz/ // Yuri Valecillo, Beatriz González Lezama, Chay Martínez, Érick
Marváz, Rogelio Cruz, Ana Karen Jiménez, Bruno Bresani).
Se caracteriza por combinar una
propuesta visual (fotográfica) de algún modo sugerente o impactante y por
divulgar poesía propositiva que encaje con el lema “cuando ya todo esté
prohibido”, todo ello con un tiraje “masivo” de 5 mil ejemplares de
distribución gratuita.
Se presenta en todo tipo de foros lo
mismo alternativos que arrabaleros o bien en escuelas, recintos, espacios o
foros culturales de gran calado, donde los integrantes del colectivo con toda
formalidad (o no) critican-comentan el contenido de cada número.
La incesante labor de distribución,
principalmente por parte de cada poeta, que igualmente la lleva a todo tipo de
lecturas, encuentros y festivales nacionales o internacionales, se ve
complementada con la publicación de notas periodísticas, crónicas o ensayos en
diferentes medios periodísticos tradicionales o virtuales donde incluso se
concede la replicación del número (dada su naturaleza pródiga y divulgativa). Asimismo
adquieren creciente presencia en medios como televisión y radio.
Aunque tiene su sede en la ciudad de
México, su presencia física ha alcanzado geografías remotas entre las que
podemos citar los estados de Hidalgo, Tlaxcala, Estado de México, Michoacán,
Guerrero, Jalisco, Monterrey, Sinaloa, Veracruz, Tamaulipas… e inclusive en
rinconcitos de Venezuela, Estados Unidos, Colombia, Guatemala, Perú, Colombia,
Argentina, España… Si bien su maleable e
infinito nicho de distribución mundial se concentra, a la vez que se dispara,
mediante sus páginas de Facebook (Humo Sólido Sólido Humo) y asimismo en la
plataforma ISSUU.
Como publicación llega ya a su número
11. Se ha propuesto como meta de su primera época alcanzar 12 ediciones, y
replantear al término de ello su futuro, luego de una magna exposición en la
que se exhiba el recuento del trabajo textual y fotográfico que es su corazón y
sustento. No obstante, y además, y pase lo que pase, se editará además una
antología con más trabajos de los participantes.
Este propositivo proyecto de
promoción de disímbolas voces poéticas, hecho para distribuirse ampliamente y
de manera gratuita, puede descargarse con toda libertad desde su página
Facebook: Humo Sólido Sólido Humo, o desde la plataforma ISSUU. La única condición
es que usted –a su vez– ciertamente lo comparta.